viernes, 1 de junio de 2007

Mal que les pese a muchos…


Devoro cada una de las palabras, cada uno de los sentimientos, cada una de las sensaciones que veo escritas, plasmadas en un papel, hoja a hoja, fracaso tras fracaso…

Rebeldía, surrealismo directo al corazón… Ritmos descarnados que empujan a sentir lo peor que podemos vivir en este episodio en el que somos los protagonistas, mal que les pese a muchos…

Y tiene razón esta letra...

La blasfemia me divierte.
La tragedia me transforma
y a veces me hundo.

Tu sonrisa me eleva
mi carácter me pierde
y me escondo en mi mundo.

Sólo yo sé lo que pienso Yo,
caracol que se cobija
en su propio esqueleto invertebrado.

Me pierdo en mi “dentro”
y si salgo me hiero
y me hiero si sigo metido en el hielo:

Iceberg maldito.

Sólo se ve lo que sale
del nivel del mar.
Lo de abajo lo descubrirás
Cuando aprendas a bucear.

(“La blasfemia me divierte”. Elegí Fracasar. Indio Zammit).

En el fondo, siempre es así…

Mal que les pese a muchos…




“¡Yo tengo que ser combate y devenir, y finalidad, y contradicción de los fines!
¡Ay, quien comprenda mi voluntad
comprenderá también las sendas tortuosas
por las que tengo que caminar!.

(F.W.Nietsche. Also sprach Zarathustra.”De la superación de sí mismo”)