lunes, 24 de julio de 2006



Hoy no es un día demasidado normal... No sé que ocurre, pero me encuentro descentrado, disperso, apático... Esta noche soñé. Hacía tiempo que mi mente no lo hacía...
Y sigo teniendo miedo...
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UN EXTRAÑO SUEÑO...

Cada mañana, sentado en la estación, veo llegar ese tren, siempre puntual, siempre a su hora. Por algunos instantes, se detiene en el andén en el que permanezco sentado, inmóvil... Nadie espera ese tren, nadie desciende ni sube... Realmente resulta extraño... Luego se marcha, para volver a la mañana siguiente... No llego a entenderlo... Como tantas otras cosas...

Hacía semanas que mi teléfono móvil no sonaba... Todo parecía haber cambiado demasiado... Nadie parecía acordarse de mí... Tampoco entiendo el significado de esas raras cicatrices que han aparecido en mis muñecas... No recuerdo... Todo es tan distinto y tan confuso desde que se fue... La verdad es que, desde aquel día en que se fugó de mi realidad, permitiéndome verla tan sólo en sueños, desde entonces no recuerdo bien las cosas... Todo parece estar en una nebulosa... Muy pronto el tren volverá a marcharse, pero creo que esta vez subiré a él... No me preguntéis cómo, pero empiezo a comprender que es a mí a quien viene a recoger cada mañana... Es posible que sea un viaje largo, y tan oscuro como mis pensamientos en estos días, pero sé que tengo que subir... Quién sabe... Tal vez me lleve a un lugar donde haya gente como yo, que comprenda cómo me siento, y donde la persona querida no se marche 24 horas después de haber dicho "Te querré para siempre...”
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Me siento solo...