lunes, 17 de marzo de 2008

Hacerme feliz...


Tu mirada me conmueve y me empuja a entregarme a ti…

Te beso… Nos besamos… y sigo embriagándome de tu aliento, con el calor de tus labios sobre los míos, mientras recorro con mis dedos tus cabellos… Me gustas, me apasionas…

Me has atrapado…

Y cuando pienso en ti, cierro los ojos para disfrutarte en silencio… La esperanza que has generado en mí me emociona y me lanza hacia ti… Tú has cambiado mi mundo, y eres la fuerza que tanto tiempo llevaba buscando… Porque te buscaba a ti…

Tu fragilidad, tu dulzura, tu manera de sentir y tu manera de amar me enternecen… Siempre provocas en mí el inmenso deseo de abrazarte, de agarrar tus manos, de acariciar con mis dedos tus mejillas…
Tú y solo tú…

Y enredo mis dedos en tu pelo... Y mi mirada busca a través de la tuya lo más profundo de tu alma, de tu vida, de tu ser...

... Objeto de mis pensamientos, de mis deseos y de mis ilusiones… Miro hacia adelante y pienso en todas esas cosas que queremos hacer tú y yo, en esos proyectos y en esas metas que alimentamos día a día…

Y este instante de silencio ahora siempre me lleva a ti...

Porque ahora, cada noche me conduce a ti… Al recuerdo de momentos tan felices como nunca tuve. Cientos de sensaciones llenan mi alma de ti…
Cada palabra que escucho de tu boca en la distancia momentanea que nos separa pero que será la que nos una definitivamente cuando menos lo esperemos, es un soplo de aire y de día para mi alma...

Y eso me hace feliz, muy feliz... Y lo sabes muy bien...

Por eso eres tan importante en mi vida...

Por eso siento que te amo como nunca amé...



...Y hoy, de fondo, mientras pronuncias mi nombre, escucho la risa de un bebé...