miércoles, 16 de abril de 2008

Te marchas...


Te marchas y dejas mis labios huérfanos, vacíos de tu presencia, de tu cariño, de tu ternura...

En la soledad de mi cama te añoro... Y te añoro entre estas cuatro paredes que ahora me apartan de tí...
Busco tus manos y tu cuerpo entre mis sábanas...

Y cierro los ojos, hasta estar seguro de que cuando los abra, te encontraré a mi lado, en tus brazos, para besarte en los labios y pronunciar un suave "Te quiero", sin miedo a nada...

Y te amo así, ahora, en esta distancia de cada noche, por lo que eres y por cómo eres... Te amo de manera sincera, por lo que me has aportado y por lo que me dejas entregarme...

Te amo porque siempre me veo cogido de tu mano...

Y lo sabes...