martes, 1 de abril de 2008

Cerrar los ojos...


Si cierro los ojos, no consigo retener más imagen que la de tu cuerpo desnudo avanzando por mi piel, trepando por mis piernas, cayendo en mis labios...

Si cierro los ojos... No consigo evitar un escalofrío entre las sienes, entre las ideas y los pensamientos que se cruzan por mi cabeza...

Si cierro los ojos, percibo un beso infinito clavado en mi cuello... Un beso por el que sería capaz de matar... Si alguien osara arrancarme, aunque fuera sólo una décima, de ese beso instalado para siempre en mi cuello... En mi cuerpo... En mi alma... Y en mi vida...


Te quiero, mi niña... Y lo sabes...