Anoche...

Ayer por la noche una extraña sensación me invadía por completo. Tardé mucho en iniciar las tres horas escasas de descanso que he tenido… Una mezcla de preocupación, dolor, miedo y esperanza. Realmente traté de mantener mi mente en blanco, para no tener que pensar en nada. Dejé que el aire golpeara mi rostro y alborotara mi pelo… Dejé que el negro manto de la noche me cubriera.
Y di un paseo…
Paseé junto a mi soledad…
Con el único techo de las estrellas, jugué a identificarlas, como cuando era pequeño… Ya han pasado demasiados años, pero sentí lo mismo que sentía cuando jugaba con mis hermanos a ver quien era capaz de descubrir más constelaciones o buscar formas extrañas en esos pequeños grupos de luces…
Y busqué una estrella fugaz que cruzara “mi cielo” para pedir mi deseo…
Y me sentí solo…
Y sentí de nuevo el miedo a la soledad…
Y ayer, por la noche, sentí frío…
Y a veces, el frío me hace sentirme vivo…
Y lloré…
Y ayer por la noche releí “El Principito”…
Y hoy he vuelto a comenzar a releer “Also sprach Zarathustra” de F. Nietzsche… Y me encanta…
Y algún día espero poder tener a mi niña entre mis brazos…
Y una vez leí algo que decía así: “Lo que hacemos por nosotros mismos, muere con nosotros mismos. Lo que hacemos por los otros, permanece y es inmortal…”
Y quizás sea cierto…
Y nunca podremos saberlo…
Y yo te esperaré...
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home