martes, 1 de agosto de 2006


Gracias, mi niña… Porque tus palabras de ayer me hicieron sonreír… Porque tus mensajes me llenaron de alegría y de esperanza…

Gracias, mi pequeña, porque ayer pude abrir, aún más, mis ojos a la esperanza y a la ilusión…

Gracias, porque te valoro, porque me da tiempo a echarte de menos…

Gracias, porque imagino un paseo a tu lado…

Gracias, porque sigues siendo tan especial…

Gracias, porque apareciste en mi vida…

Gracias…

Nunca puedo olvidarme de ti, y lo sabes… Estás presente en todos y cada no de mis pensamientos, esté donde esté y haga lo que haga… Es así y no quiero cambiarlo…

Y ayer, en la distancia, sentí tu abrazo…

Y ayer me hiciste feliz…