miércoles, 13 de septiembre de 2006

Lloviendo...


Ayer, mientras paseaba, sentí las débiles gotas que caían sobre mí... En tonces me día cuenta de que estabas llorando, que tus lágrimas me atrapaban y permanecían en mí, empapando todo mi ser...

Una llamada me bastó para tranquilizar mi alma... Tu voz siempre me transmite sosiego... Lo sabes por que te lo he dicho muchas veces...

Te echo mucho de menos, mi pequeña...