lunes, 21 de octubre de 2013

Un sueño...



Temo tus besos, dulce dama.

Tú no necesitas temer los míos;
mi espíritu va tan hondamente abrumado,
que no puede agobiar el tuyo.

 
Temo tu porte, tus modos, tu movimiento.
tú no necesitas temer los míos;
es inocente la devoción del corazón
con la que yo te adoro.
 
"Temo tus besos" (Percy Byshee Shelley)