Pasado... y futuro...

Año tras año nos empeñamos en mirar hacia atrás, tratando de recordar todo lo que vivimos y lo que no vivimos, cada una de esas historias que forman, lo queramos o no, parte de nuestra vida, parte de esa carga que, a partir de una edad, llevamos en nuestras espaldas, en nuestro vivir...

Pero no es el momento de recordar y de mirar atrás, si no de mirar hacia adelante, porque es donde debemos de tener puesta nuestra mirada... Esa mirada al infinito del futuro incierto que nosotros intuímos y deseamos... Y, aunque en ocasiones pueda crearnos algún tipo de temor, siempre vamos a enfrentarlo con nuestras mejores ganas, con esas que nunca perdemos, con esas que siempre tenemos guardadas para las ocasiones especiales...

Porque el futuro está ahí...

Porque como me ocurre a mí contigo, el futuro me espera un poquito más adelante, a unos pocos pasos...

Pero siempre a tu lado...

Y eso también tú lo sabes...

Por eso ter quiero tanto...

Tiempo...

Tiempo...

Más tiempo que pasa... Y cada tiempo que transcurre a tu lado es un tiempo de esperanza y de sueños... Tiempo para pensar en el futuro que podemos tocar con nuestras manos entrelazadas...

La mirada fija en los sueños comunes que nos esperan ahí, ya no tan lejos...

Sueños...

Porque sólo una noche bastó para que yo soñara con los que ahora son nuestros sueños...

Nieve...

Nieve...

Hoy la nieve cayó sobre mi rostro, pudiendo sentir la fría naturaleza sobre mí...

Nieve blanca, bella, mágica... que nos adorna y nos sorprende... Siempre imprevisible... Nieve que permanece casi flotando en el aire, enviada por fuerzas invisibles...

Nieve que nos invita a dejar una huella en ella, huella que pronto desaparecerá de la vista pero que habrá marcado el camino seguido por aquellos que aún buscan algo que necesitan...

Y hoy, la luz, a través de la nieve, ilumina cada uno de esos pasos que siempre buscan...